Al Libertador

Nido de palomas en cientos de plazas,
Nido de admiración y agradecimiento en miles de corazones,
Nido de ideales en muchos pensamientos y
Nido de imitación y seguimiento en tan pocas almas de tus libertos.

Humano entre humanos,
Hombre entre hombres, y
Pensamiento entre pensamientos,
Pasión, amor y valor,
Único entre los mortales.

¿Quién no menciona tu nombre a solas?
¿Quién no entre las multitudes?
¿Quién no ha visto tu rostro prematuramente envejecido, triunfante sobre el caballo brioso?

Tus ojos irradiaban una luz que aún hoy eterna, permanece penetrante en los monumentos respetados de la patria.
Quien no te haya conocido, no conoce el sentimiento libertador.

Si tu alma y tu espíritu pudieran volver por un instante imposible, a tu cuerpo fuerte,
Te convencerías entonces,
Que nunca trabajaron tus manos en vano,
Pues no construiste un castillo sobre arena movediza,
Más bien, construiste toda la libertad de un pueblo
Sobre una roca imperturbable,
Que hoy produce en muchos un sentimiento incontrolable, que les hace gritar a viva voz, en la inmensidad de esta tierra hermosa,
El nombre de ese ser humano que amó y libertó a una mujer llamada Venezuela: ¡Simón Bolívar!

Damelly

18 años
Maracaibo, 15 de septiembre de 2005